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10/02/2015

XXI: Del machismo y otros cuentos

     Abriendo el ya desfasado y polvoriento libro de injusticias, contemplamos aliviados que hemos marcado un punto y aparte, que se ha alcanzado el statu quo, y el tiempo para cuentos de hadas se ha agotado. Iba siendo hora, ¿no?
     Y es que Venus ha soltado las cadenas, y sus hijas se rebelan; y es que Marte ha bajado del cielo, y se sienta a contemplar. Ahora, la vida está para vivirla y ¿acaso alguien puede juzgar qué vivir?
     "Quién necesita a un príncipe", dice Cenicienta con sus botas de cuero,  mientras Blancanieves cambia una manzana por el cuello de la misma. Vamos, atreveos a decirles que no es bello.
      Y ahí está Rapunzel, rapada al cero para no quedarse encerrada de por vida en su torre de estereotipos, y que ahora nos mira altiva desde su mecedora en la luna. El gallo de los (no tan) huevos de oro va comprendiendo que para ganar, hemos de hacerlo todos juntos.
      Que ya no se necesitan espejos mágicos para ser la más bella, que hemos resurgido. Adelante, arpías, no os temen. Ya no. "Madre, no llores, que ya es tiempo de alegría. Madre, no llores, que el sol ha salido."
       Incluso Dios se ha postrado bajo el peso de las princesas de República, mientras los príncipes se montan una orgía. Estamos ganando terreno, la humanidad se expande (y eso del género ya ha degenerado).
    Y no obstante, aún perduran los reyes malvados y las madrastras crueles. Porque el yugo es fácil cuando lo lleva otro. Porque en la época en la que sólo vistiendo de rojo tememos a los lobos, el hombre toma el relevo.
    Necios, naced y percataos de qué hay delante de vosotros. El "si no lo veo no existe", y otras tantas justificaciones prejuiciosas nos han llevado al miedo a nuestra propia piel. Rezagados, dejaos llevar, porque el cambio compensa.
    Por suerte, la mayoría no nos fiamos de las brujas con casas de caramelo, no nos fijamos en las etiquetas regurgitadas de la tradición. Y esta vez, señoras, señores, no hay moraleja, porque la historia no ha hecho más que empezar.
    

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