¿Quién es amor?
¿Quién llama a las puertas
de tu alma cuando duermes?
Poetisa, musa, hoy respiramos.
El barro pudre nuestras heridas,
que supuran pasado gris.
Ámame,
y no dejes de amarme
hasta que el viento amaine
(que en nuestro caso
significa para siempre)
Ámame
igual que yo te amo
igual que te amaba antes de encontrarte
igual que te amaré siempre.
Y nunca, nunca dejes
que una lujuria lejana y fatal
arranque de cuajo el sentimiento.
Clamo:
te necesito.
Lloro.
Las luces se apagan,
y tú me abrazas,
y yo te abrazo.
Sólo somos dos locos que apestan a gloria
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8/13/2015
XVI: El monte de los cerezos (empatía de rubia a pelirroja)
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