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1/31/2016

XXIX: Piezas

    Desparramado en la cama, triste puzzle, puzzle sucio. Me he creído esos cuentos de violencia y realidad que cantas, y la lluvia está calando en contra de mi voluntad. Yo te he creado pero las pesadillas de abstinencia y corazón azul no se van.
    Cuando la noche cae, has muerto de nuevo. Vuelvo a ser un títere, juega con mi corazón, que soy adicto. ¿Qué miras? ¿Quién eres? Te desangras y creas barreras con el rojo helado. Puzzle cruel, dime los nombres que nunca pronunciamos por miedo a rendirnos.
     Te he visto en el espejo y tus ojos me han dicho que mientes. Mátame, bésame, pero no te balancees sobre mi alma. Dime todo lo que no quiero oír con esa lengua opaca que ansía la nada. Gritaré sobre tu escala de grises porque sé que no te gusta. No me mires.
      No sé quién soy alrededor de tu cuello. El lastre de las páginas ya no me deja volar ni ungirte con mi alma. Puzzle roto, el sudor torpe y conforme de una tarde te ha contentado, ¿sabes que hay más debajo? Deja de señalarme en otra dirección y niégame mis deseos.
      Mi puzzle amargo, mi puzzle ambiguo, quisiera terminarte (o empezarte siquiera). No me hagas cerrar los ojos, aún es de día. Rompe la barrera de mi corazón y explícame por qué me quiebro en tu presencia, por qué mis manos se llenan de lodo. ¿Eres algo sino un reflejo de mi virtud e inicuidad?
     Sé que me olvidaste antes de encontrarte. Sé que debo cortar las cuerdas. Sé que aún extraño quién era, o creía ser. Tu alma no huele a cadenas, huele a destierro. Tanto espacio en la cama y estamos tan cerca... Vuelve a mí.

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