En tus ojos azules ya solo veo el reflejo del mundo.
Inspira.
Las paredes de latón echan un vistazo a la inercial quietud inerte.
Espira.
La explosión mueve cadenas, nadie habla, todos corren.
Inspira.
El humo baila sobre nuestras cabezas, vicisitud impuesta.
Espira.
El verde es ficticio, el oxígeno escapa a nuestras posibilidades.
Inspira.
Escaparates insinuantes te abren sus piernas, embiste.
Espira.
Sacas la cartera, pones el alma en la mesa, transacción finalizada.
Inspira.
Las torres acarician a Dios, y tú sobre ellas te sientes vacía.
Espira.
Dios se derrumba y los ladrillos permanecen (miras y no ves).
Inspira.
Te pierdes en la inmensidad, eres libre y nadie te conoce.
Expira.
El hedor putrefacto te embarga, te llena, y te rindes a ello.
¿Cómo morir
si ya estoy muerto?
No hay comentarios:
Publicar un comentario